¿Qué son?
Una alergia alimentaria es una respuesta exagerada del sistema inmunológico por el consumo de un alimento en particular. No es lo mismo alergia que intolerancia, que no es una reacción alérgica pero constituye un efecto indeseable producido por la ingestión de un alimento determinado.
Los alimentos que producen alergia con más frecuencia son: la leche, el huevo, las nueces, el marisco, el trigo, los cacahuetes, la soja y el chocolate entre otros.
¿Cuáles son sus síntomas?
Las reacciones pueden ser:
- Leves o moderadas: erupciones, urticaria, inflamación, picor, lagrimeo, enrojecimiento ocular, irritación nasal, tos, dolor abdominal, diarrea, vómitos, sangre en heces
- Graves: dificultad respiratoria, asma, hipotensión, opresión torácica, palpitaciones o mareo. La situación de mayor gravedad ante una alergia es la anafilaxia, que se inicia y progresa rápidamente y puede poner en peligro la vida de las personas. Se habla de ella cuando existe afectación circulatoria (bajada de tensión, arritmia, pulso débil, desfallecimiento). Este cuadro requiere atención médica urgente y supone riesgo de muerte.
¿Cuál es el tratamiento para esos síntomas?
-En las reacciones leves a moderadas, se emplean antihistamínicos y/o corticoides, por vía tópica, oral o inhalada, dependiendo del órgano afectado.
-En las reacciones graves con reacciones sistémicas y de rápida progresión, el tratamiento de elección es la adrenalina.
¿Cómo se diagnostican?
Los alergólogos (especialistas en alergias) realizan los pertinentes métodos diagnósticos como:
- Historia clínica detallada
- Test cutáneo (prick-test)
- Análisis de sangre (IgE* específica en suero)
- Pruebas de exposición controladas, en caso necesario, para confirmar o descartar una alergia a alimentos.
*IgE (Inmunoglobulina E): anticuerpo que media las reacciones alérgicas
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