lunes, 25 de mayo de 2015

La leche, ¿buena o mala?













La leche es un alimento preciado, el primero del que se alimenta el hombre al nacer, y el que le acompañará durante sus primeros años de vida. Tiene una acción nutritiva y protectora pero, sin embargo, entre verdades y falsas creencias, la leche está siempre en el centro de numerosos debates: ¿provoca cáncer? ¿engorda? ¿nutre la piel?

El hombre es el único mamífero que sigue consumiendo leche cuando abandona la lactancia materna. 
Hay diversos estudios, en algunos se dice que la leche es muy mala, y en otros que es muy buena, pero realmente tiene sus pros y sus contras como cualquier otro alimento.
A continuación vamos a ver muchas de sus características.

Pros:

- Contiene calcio, vitaminas, zinc, fósforo y proteínas que son aliados de nuestra salud.
Una taza de leche aporta el 16% del valor diario de proteínas, contribuyendo a mantener unos músculos fuertes.
- No existe una relación directa entre los productos lácteos y el cáncer
- Su consumo además disminuiría el riesgo de cáncer de colon y el síndrome metabólico.
La salud de los niños empieza por una buena taza de leche y por sus derivados, debido a la importancia de sus micronutrientes, fundamentales para su correcta alimentación. 
Las proteínas de excelente calidad de la leche, también presentes en sus derivados, contienen muchos aminoácidos esenciales y péptidos bioactivos que pueden tener efectos específicos sobre el crecimiento de los niños y adolescentes y contribuyen al desarrollo óseo y muscular.
Las sustancias nutritivas de la leche, que también es rica en antioxidantes, nutren la piel y la dejan más tersa y luminosa protegiéndola también del frío. La vitamina B8, por ejemplo, estimula las células y mejora las rojeces; la vitamina B6 combate las impurezas cutáneas; las enzimas la mantienen lisa; mientras que los aminoácidos, la hidratan. 

Contras:

- Disminuyen  los niveles de renina gástrica, la enzima necesaria para la ruptura de las moléculas de caseína que puede provocar “patologías de eliminación” (asma, bronquitis, eczemas, rinitis,afecciones ORL, colitis, etc.) o por otro lado “patologías autoinmunes”.
La leche y sus derivados contienen ácido araquidónico, precursor de prostanglandinas PGE 2,mediadoras de los procesos inflamatorios y alérgicos.
-  La lactosa aumenta las reacciones alérgicas provocadas por las caseínas.
La leche provoca un aumento de la acidez metabólica, lo que alargo plazo obliga al organismo a recurrir a minerales del hueso para regular el PH.
La asimilación de calcio es favorable cuando se ingiere en proporción de 2:1 con respecto al fósforo y al magnesio, y los lácteos presentan niveles demasiado altos de fósforo y demasiado bajos de magnesio.






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